sábado, 1 de octubre de 2011

Ideas para prevenir el aborto

1. Iniciar una campaña inteligente para que los adolescentes eviten embarazos prematuros. Las campañas que hasta hoy hemos visto promocionan el uso del condón. Mensajes del tipo “póntelo, pónselo” o “ejerce tus derechos sexuales y reproductivos” sólo invita a entrar a un mundo de supuestos triunfadores que ejercitan su sexualidad donde la abstinencia es una suerte de aberración. Señores y señoras: no es lo mismo enunciar una campaña para adolescentes que no que no han empezado a ser sexualmente activos y a personas que se dedicaban al comercio del sexo. “Si la promoción del uso del condón (reducción de riesgo) no se lleva a cabo de forma cautelosa, en realidad, puede fomentar una falsa sensación de seguridad en los jóvenes, así como, paradójicamente, conducir a un aumento de las conductas de riesgo y su vulnerabilidad: por ejemplo, iniciación sexual a una edad temprana, mayor número de parejas sexuales. Este fenómeno se conoce como ”. (De Irala, 2007).

2. Los jóvenes deciden tener relaciones sexuales porque creen que eso los hará el (la) más popular, porque todos lo hacen, porque es divertido o por que los hacen sentir más hombres o más mujeres. Las presiones vienen de todas partes… de los anuncios publicitarios, de los amigos, las películas, la televisión, las canciones y los libros. ¿Como contrarrestar ese poderoso mensaje? Simple: hay que mostrar lo que en verdad hace la promoción del uso del condón: Cada año, más de 1,000,000 de adolescentes quedan embarazadas; Las adolescentes son más propensas a problemas de salud durante el embarazo. Los bebés de madres adolescentes tienen mayor probabilidad de nacer con serios problemas de salud. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) han alcanzado proporciones epidémicas. La abstinencia, o no tener relaciones sexuales, es el único medio 100% eficaz contra herpes, sífilis, gonorrea, clamidia y VIH/SIDA. Uno de cada cuatro adolescentes sexualmente activos se contagia de una de estas enfermedades. (De Irala ,2007).

3. Pensemos en la llamada violencia de género, el sexismo, la discriminación, el fracaso escolar, la falta de ejercicio, la comida basura, el problema de la bebida y de la conducción, del tabaco y de otro tipo de drogas. ¿Cambiarían estas conductas por una campaña de información? No podemos limitarnos a darles información y eslóganes; debemos ayudarles a interiorizar los buenos valores, así como a desarrollar las aptitudes, o las costumbres, que se corresponden con éstos. Y éste no es el trabajo de un programa concreto.

En ningún país africano se ha conseguido reducir la incidencia del VIH con programas basados exclusivamente en la promoción del condón, mientras que aquellos países que han integrado ‘A’ y ‘B’ en programas nacionales integrales han logrado reducir la incidencia del VIH[1]. El autodominio es imprescindible para tantas facetas de nuestras vidas: practicar un deporte, continuar una amistad, aprender una lengua extranjera o mantener una dieta equilibrada. (De Irala, 2007).

3. El deseo de tener relaciones sexuales es normal, no se debe culpabilizar el deseo. El deseo de que las primeras relaciones sexuales sean de calidad, dejen un buen recuerdo es prácticamente universal. Pregúntate a ti mismo: ¿No es mejor esperar y tener relaciones sexuales con mi pareja de toda la vida?

Una relación sin amor se banaliza por una ausencia de significado, deja de ser un lugar de encuentro entre personas si se limitan a la búsqueda mutua de placer, corre el riesgo de sentir desprecio por la otra persona utilizada como objeto acompañado de indiferencia, falta de respeto y hasta violencia. Una relación con amor pero sin compromiso puede: acelerar la relación, exigir una vida en común y se hace más difícil replantearse la relación; donde sólo lo único compartido es la sexualidad, se experimenta inseguridad por la ausencia del compromiso y bloqueo de la madurez. ¡Acéptalo! Las relaciones sexuales entre adolescentes son un riesgo para tu cuerpo, para tus emociones y para tu futuro. (De Irala, 2007).

3. ¿La cohabitación?

Las recomendaciones para quienes a pesar de todo quieren cohabitar son reveladoras: no se aprende a amar mejor con múltiples experiencias, es más bien un predictor de fracaso (aumenta en un 46%), cuanto más largo, se fija la costumbre/norma de “bajo nivel de compromiso” y esto dificulta el mantenimiento del compromiso del matrimonio, uno de los dos no es el padre biológico y aumenta el riesgo de problemas. Hace que el matrimonio sea menos frecuente, que sea menos exitoso si ocurre, acaban siendo más favorables al divorcio, menos entusiastas ante el matrimonio y la paternidad. La cohabitación seriada le hace a uno “tolerante” a la infelicidad y más fácilmente “tolerante” al cambio ante problemas que de otra manera se podrían solucionar. (De Irala, 2007).


4. “¿Qué Debo Saber Sobre Las Relaciones Entre Chicos Y Chicas?” Que son fantásticas…pero las buenas relaciones no se hacen de la noche a la mañana. Toman tiempo y el sexo no es lo que hace que una relación se desarrolle bien. Mantente alerta a frases como: "Si de veras significo algo para ti, tendrás relaciones sexuales conmigo". No es necesario tener relaciones sexuales para demostrarle a otra persona que te gusta o que la quieres. El sexo nunca debe usarse para devolverle un favor a otra persona… sólo basta con decir "gracias". Cuando se comparten buenos ratos, ideas, creencias, sentimientos y, sobre todo, cuando hay respeto mutuo, se fortalece la relación. Decir "NO" puede ser la mejor manera de decir "TE QUIERO".

5. "¿Dónde Puedo Encontrar La Información Que Necesito?” Si deseas más información o ayuda, habla con una persona que se preocupa por ti. Habla con tus padres, con un hermano o hermana mayor, con otros miembros de la familia, o con una persona adulta que te escuchará y te dará buenos consejos. Hay personas y organizaciones en tu comunidad dispuestos a ayudarte – el médico de familia, tu sacerdote, ministro o rabino, la enfermera o consejero escolar, o profesionales de la salud. (U.S. DEPARTMENT OF HEALTH & HUMAN SERVICES, 2003).



[1] Stoneburner RL, Green T, Hearst N, McIlhaney J., Evidence that Demands Action; Comparing Risk Avoidance and Risk Reduction Strategies for HIV Prevention. Patricia Thickstun KH, editor: The Medical Institute, 2004.