viernes, 21 de octubre de 2016

Historia de una transición: de la verdad a la autenticidad


Aristóteles afirmó: “El hombre desea por naturaleza conocer”. Sin embargo, la historia de la búsqueda de la verdad se ha convertido en el culto a la espontaneidad.  “Me nace”, el impulso del momento ahora es el parámetro de conducta. Ser espontáneo es ser auténtico, tener certeza es tener la verdad. ¿Cómo se volvió inútil, insulsa y estéril la palabra verdad?

Del problema de la verdad al problema de la certeza

En la antigua Grecia en el siglo VI a.C los griegos se preguntaron por el principio (arjé), a quienes ya no les satisfacían una narración mitológica, sino una explicación racional. Aristóteles distingue entre: doxa (opinión); episteme (conocimiento cierto por causas).
En el Siglo XVII Descartes se preguntó: ¿Cómo puedo estar seguro del conocimiento yo? La duda metódica, “si dudo, luego pienso, si pienso luego existo” le llevó a la única certeza posible: la afirmación del yo.
En el Siglo XVIII, Kant distinguió entre el noúmeno y fenómeno (ámbito de mi percepción). La verdad queda inalcanzable. Lo que las cosas son en sí, no pueden ser conocidas.
En el Siglo XX, Heidegger afirma: “La filosofía se ha olvidado del ser”, junto con Husserl (quien da inicio de la fenomenología). La experiencia del ser-ahí o , el ser que se revela es la autenticidad. La cultura pop (del 68) dejar que aparezca lo que tengo por dentro. John Lennon. . La autenticidad se convierte así en espontaneidad.
Para Freud explica la dicotomía entre mis deseos (yo) y los mandatos de otros (super yo) como un desbalance, donde la única manera de ser libre es quitar toda esa represión. La libertad es descartar la autoridad. Federico Nietzsche dice que la moral cristiana es un platonismo de segunda categoría, para las masas, para los ignorantes y los esclavos. Hay dos morales: de los señores y de los esclavos. Los señores no suplican, no justifican, sólo se dejan fluir por el impetuoso torrente de la vida. El libre es el que cede los caprichos.
Así a lo largo de la historia esa búsqueda de la verdad o sabiduría pasa a buscar las certezas. Sartre privilegia la existencia y luego la esencia. Deja que yo sea, y luego descubrirás quién soy yo.
La consolidación del sujeto como único de la sociedad. La certeza queda asegurada en la ciencia; la autenticidad queda asegurada en la espontaneidad del yo. La ciencia en el terreno de la objetividad pura. Una vez que la ciencia ha quedado como árbitro único.
Nuestra sociedad vive con la ciencia como árbitro. La certeza no necesariamente coincide con la autenticidad. Se dan dos verdades: una externa (objetividad) y otra interna (subjetividad). Vivimos en una sociedad intrínsecamente esquizofrénica. La verdad externa, <científica> constata hechos. Habla del ser, pero no puede establecer un deber ser. La ciencia de suyo no puede producir una ética, porque la ciencia constata el ser.
La ciencia descarta la experiencia de los valores como la verdad, la belleza, la bondad y la unidad al no poder demostrarlos experimentalmente. Para el universo le es indiferente mis acciones morales y mi existencia. Hay un vacío ético. La verdad extrínseca constata hechos. La verdad interna constata deseos. “Soy una mujer encerrada en un hombre”. Habla del querer ser pero no habla de un deber ser.
“El hombre es la medida de todas las cosas” afirmaba Protágoras. Así como los antiguos sofistas eran capaces de convencer de verdades contradictoras, así ahora el queda a merced a los caprichos de las cámaras legislativas de cada país. Lo legal pasa a ser norma. Lo legal es convencional, es puro derecho positivo. Muchas veces las leyes llegan a ser contradictorias entre ellas mismas y entre los países.
En el mundo esquizofrénico (realidades contradicciones) no existe el bien objetivo. ¿Es un bien objetivo la vida? No. La vida es una carga, una desgracia, un desprograme, una amargura, una carcajada a medias, una nausea… La vida es un molino que nos tritura tarde o temprano. no le dice nada bueno. La palabra matrimonio es una desgracia para muchas personas.
El deber ser es un juguete en una cámara legislativa, lo único que interesa es la mayoría. Ético es lo legal. La ciencia nos da la tecnología; la verdad intrínseca provee fines. Ni el progreso ni la democracia rinde cuentas a nadie más.
Si tu dejas que fluya tu espontaneidad. La supuesta originalidad nos la venden empacada. Sé original utiliza esto. Sin embargo, la tecnología no asegura una felicidad ni una plenitud. La subjetividad no tiene un fin, sino dictado por el último libro, película o la moda.
Así, experimentamos dos vacíos: ético y de fines. No sé cómo vivir ni para dónde tengo que ir. El vacío de fines y significado convierte al ser humano en un caleidoscopio de imágenes de sí mismo incapaz de escoger. El ser mismo ha quedado fractura. Si me estoy reinventado no sé realmente quién soy.
La libertad es la proclamación. La libertad desligada de la verdad. El absoluto de la voluntad de la tarea de buscar la verdad. La verdad no existe. El laicismo privilegia la decisión en sí misma.

Guerra semántica

Con esta idea de que ser verdadero es ser espontáneo y ser libre es seguir el instinto. Esto no reitera la pregunta: ¿Nosotros qué hacemos? Aprender el sentido de palabras y secuestrando las palabras. La batalla es muy antigua, y la batalla semántica. Debemos distinguir dos tipos de palabras que utilizan frecuentemente: las “bandera” y las “dragón”. Ambas son palabras con las quieren asustarnos, someternos e impiden todo diálogo o razonamiento.
Ejemplos de palabras bandera: libertad, democracia, decisión, derechos, tolerancia, igualdad, inclusión, autenticidad, progreso, siglo XXI, librepensador.
Ejemplos de palabras dragón: patriarcado, autoritarismo, retrógrada, hipocresía, fanatismo, discriminación, fanático, fundamentalista, opresión, hipocresía.





lunes, 20 de junio de 2016

Respuesta para corregir los excesos del movimiento feminista radical


A Judith Butler le preguntaron: Si seguimos su idea en 50 años no habrá más niños. Ella contestó: ¿Y eso a quién le afecta? A mí no. ¿Cómo entonces solucionar este planteamiento feminista y de género (lleno de una corriente socio-política que busca deshumanizar).

Cristina Hoff Sommers publicó: ¿Quién robó el feminismo? propone cambios para que el feminismo deje de ser un cenáculo dominado por radicales y se abra a las aspiraciones reales de la mayoría de las mujeres. "A mi juicio, el movimiento feminista contemporánea está perjudicando la noble causa de la emancipación de las mujeres al menos de tres modos. Primero, tiene una visión muy negativa de los hombres; segundo, exagera desaforadamente la opresión que dice sufren las mujeres norteamericanas; y tercero, se adhiere dogmáticamente a la idea de hombres y mujeres son esencialmente iguales"[1].

Sommers no condena el feminismo que ganado la igualdad de oportunidades. "Fue el liberalismo clásico el que inspiró la primera ola del feminismo en el siglo XIX que obtuvo el derecho de voto para la mujer" [2](que aún no llegan a los países en vías de desarrollo).

Sin embargo, Sommers percibe dos errores: 1) la corriente dominante no es sino el feminismo victimista que tiende ver la masculinidad convencional como una patología y como el origen de muchos de los males del mundo.  2) la temeraria indiferencia por la verdad. Por ejemplo, Joan Zorza, escribe que entre el 20% y el 35% de las mujeres que acuden a las urgencias de los hospitales en Estados Unidos lo hacen por motivos de violencia doméstica". Se trata de un tópico consolidado del canon feminista. Pero es falso. Hay dos estudios serios sobre los ingresos en urgencias: uno de la Oficina de Estadísticas Judiciales y otro de los Centros para el Control de Enfermedades. Los resultados indican que el problema está por debajo del 0.5%  causadas por violencia doméstica[3].

Sin embargo, ¿no es verdad que una mujer con jornada completa gana aprox. el 76% de lo que gana un hombre? ¿No es cierto que en Estados Unidos sólo el 15% de los escaños en el Congreso están ocupados por mujeres?
¿No es verdad que las mujeres siguen estando sub-representadas en lo alto de la jerarquía de las empresas, la ciencia y la tecnología?[4]

Las razones por las que existe una diferencia salarial y por las que hay más hombres que mujeres en ámbitos como la ingeniería o la física tal vez tenga poco que ver con discriminaciones u opresión, y mucho con que hombres y mujeres tienen diferentes preferencias en la vida. En 1998 David Geary, psicólogo de la universidad de Missouri, publicó un resumen de la literatura existente sobre las diferencias sexuales, titulado:  "Masculino y Femenino". Tiene cerca de 50 páginas con notas al pie y artículos revisados por especialistas, según las cuales hay diferencias innatas. Estos estudios podrían explicar por qué las mujeres están mucho más inclinadas que los hombres a cuidar niños o a trabajar en campos como la enseñanza, la asistencia social, la enfermería o la pediatría, y porqué los hombres están ampliamente sobre-representados en materias como la mecánica de helicópteros, la ingeniería hidráulica o la carrera militar[5].

El trasfondo de la ideología de género y de la cultura que ésta promueve, implica un reduccionismo antropológico importante, al limitar a la persona a su cuerpo y éste a una mera dimensión material y erótica del hombre. El cuerpo pierde así su verdadero significado humano, personal y único. La masculinidad y la feminidad dejan de ser expresiones, signos de la naturaleza, y se les sitúa, como al resto de las "cosas" en un indeterminismo que es propio del relativismo cultural que impera en nuestra cultura.

"La Biblia parte de la base de que los sexos se distinguen, y no ve ninguna discriminación en ello. Si exigimos la igualdad como condición previa para la justicia estamos cometiendo un grave error. La mujer no es un varón de calidad inferior, las diferencias no significan minusvalía... La capacidad de reconocer diferencias es por antonomasia la regla que indica el grado de distinción y de cultura del ser humano.


Esta diferencia no es ni irrelevante ni adicional, y tampoco es un producto social, sino que dimana de la misma diferencia sexual, por lo tanto, no es una mera condición que igualmente podría faltar, y tampoco es una realidad que se pueda limitar sólo al plano corporal. El varón y la mujer se complementan en su correspondiente y específica naturaleza corporal, psíquica y espiritual. Ambos poseen valiosas cualidades que les son propias, y cada uno es en su propio ámbito superior la otro. El hecho de que varón y mujer experimenten el mundo de forma diferente, solucionan tareas de manera distinta, sienten, planean y reaccionan de manera desigual lo que puede percibir y reconocer cualquier, sin necesidad de ninguna ciencia"[6].


Esta diferencia no es ni irrelevante ni adicional, y tampoco es un producto social, sino que dimana de la misma diferencia sexual, por lo tanto, no es una mera condición que igualmente podría faltar, y tampoco es una realidad que se pueda limitar sólo al plano corporal. El varón y la mujer se complementan en su correspondiente y específica naturaleza corporal, psíquica y espiritual. Ambos poseen valiosas cualidades que les son propias, y cada uno es en su propio ámbito superior la otro. El hecho de que varón y mujer experimenten el mundo de forma diferente, solucionan tareas de manera distinta, sienten, planean y reaccionan de manera desigual lo que puede percibir y reconocer cualquier, sin necesidad de ninguna ciencia"[6].Debemos distinguir que la igualdad fundamental que se afirma no pretende postular un simple igualitarismo, sino que se refiere a los derechos de la persona y a su libre ejercicio, a la igualdad de valor o dignidad, no a la igualdad de cualidades de los comportamientos.




Si la desigualdad entre hombres y mujeres constituye aún hoy en muchos casos un grave problema humano y social deberíamos comenzar por plantearnos ¿si existen realmente todas las desigualdades que se denuncian por los movimiento feministas? y en caso afirmativo ¿cuál es el origen y las causas de estas faltas de igualdad?: ¿la diferencia biológica?, ¿la construcción social que se elabora a partir de ella?

El asunto prioritario está en la revisión y transformación de las relaciones interpersonales para hacerlas más humanas, y no tanto en la desaparición de los sexos que rompe la unidad de la persona -cuerpo y alma-. "... las culturas que ya no pueden encontrar su medida en una naturaleza que los trasciende, terminan reduciendo al hombre a un mero dato cultural. Cuando esto sucede, la humanidad corre nuevos riesgos de esclavitud y de manipulación"[7].







[1] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[2] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[3] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[4] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[5] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09

[6] Burggraf J. (2001) ¿Qué quiere decir género? En torno a un nuevo modo de hablar. San José.  Promesa.
[7] Benedicto XVI, Caritas in Veritate.

Respuesta para corregir los excesos del movimiento feminista radical


A Judith Butler le preguntaron: Si seguimos su idea en 50 años no habrá más niños. Ella contestó: ¿Y eso a quién le afecta? A mí no. ¿Cómo entonces solucionar este planteamiento feminista y de género (lleno de una corriente socio-política que busca deshumanizar).

Cristina Hoff Sommers publicó: ¿Quién robó el feminismo? propone cambios para que el feminismo deje de ser un cenáculo dominado por radicales y se abra a las aspiraciones reales de la mayoría de las mujeres. "A mi juicio, el movimiento feminista contemporánea está perjudicando la noble causa de la emancipación de las mujeres al menos de tres modos. Primero, tiene una visión muy negativa de los hombres; segundo, exagera desaforadamente la opresión que dice sufren las mujeres norteamericanas; y tercero, se adhiere dogmáticamente a la idea de hombres y mujeres son esencialmente iguales"[1].

Sommers no condena el feminismo que ganado la igualdad de oportunidades. "Fue el liberalismo clásico el que inspiró la primera ola del feminismo en el siglo XIX que obtuvo el derecho de voto para la mujer" [2](que aún no llegan a los países en vías de desarrollo).

Sin embargo, Sommers percibe dos errores: 1) la corriente dominante no es sino el feminismo victimista que tiende ver la masculinidad convencional como una patología y como el origen de muchos de los males del mundo.  2) la temeraria indiferencia por la verdad. Por ejemplo, Joan Zorza, escribe que entre el 20% y el 35% de las mujeres que acuden a las urgencias de los hospitales en Estados Unidos lo hacen por motivos de violencia doméstica". Se trata de un tópico consolidado del canon feminista. Pero es falso. Hay dos estudios serios sobre los ingresos en urgencias: uno de la Oficina de Estadísticas Judiciales y otro de los Centros para el Control de Enfermedades. Los resultados indican que el problema está por debajo del 0.5%  causadas por violencia doméstica[3].

Sin embargo, ¿no es verdad que una mujer con jornada completa gana aprox. el 76% de lo que gana un hombre? ¿No es cierto que en Estados Unidos sólo el 15% de los escaños en el Congreso están ocupados por mujeres?
¿No es verdad que las mujeres siguen estando sub-representadas en lo alto de la jerarquía de las empresas, la ciencia y la tecnología?[4]

Las razones por las que existe una diferencia salarial y por las que hay más hombres que mujeres en ámbitos como la ingeniería o la física tal vez tenga poco que ver con discriminaciones u opresión, y mucho con que hombres y mujeres tienen diferentes preferencias en la vida. En 1998 David Geary, psicólogo de la universidad de Missouri, publicó un resumen de la literatura existente sobre las diferencias sexuales, titulado:  "Masculino y Femenino". Tiene cerca de 50 páginas con notas al pie y artículos revisados por especialistas, según las cuales hay diferencias innatas. Estos estudios podrían explicar por qué las mujeres están mucho más inclinadas que los hombres a cuidar niños o a trabajar en campos como la enseñanza, la asistencia social, la enfermería o la pediatría, y porqué los hombres están ampliamente sobre-representados en materias como la mecánica de helicópteros, la ingeniería hidráulica o la carrera militar[5].

El trasfondo de la ideología de género y de la cultura que ésta promueve, implica un reduccionismo antropológico importante, al limitar a la persona a su cuerpo y éste a una mera dimensión material y erótica del hombre. El cuerpo pierde así su verdadero significado humano, personal y único. La masculinidad y la feminidad dejan de ser expresiones, signos de la naturaleza, y se les sitúa, como al resto de las "cosas" en un indeterminismo que es propio del relativismo cultural que impera en nuestra cultura.

"La Biblia parte de la base de que los sexos se distinguen, y no ve ninguna discriminación en ello. Si exigimos la igualdad como condición previa para la justicia estamos cometiendo un grave error. La mujer no es un varón de calidad inferior, las diferencias no significan minusvalía... La capacidad de reconocer diferencias es por antonomasia la regla que indica el grado de distinción y de cultura del ser humano.





Esta diferencia no es ni irrelevante ni adicional, y tampoco es un producto social, sino que dimana de la misma diferencia sexual, por lo tanto, no es una mera condición que igualmente podría faltar, y tampoco es una realidad que se pueda limitar sólo al plano corporal. El varón y la mujer se complementan en su correspondiente y específica naturaleza corporal, psíquica y espiritual. Ambos poseen valiosas cualidades que les son propias, y cada uno es en su propio ámbito superior la otro. El hecho de que varón y mujer experimenten el mundo de forma diferente, solucionan tareas de manera distinta, sienten, planean y reaccionan de manera desigual lo que puede percibir y reconocer cualquier, sin necesidad de ninguna ciencia"[6].


Esta diferencia no es ni irrelevante ni adicional, y tampoco es un producto social, sino que dimana de la misma diferencia sexual, por lo tanto, no es una mera condición que igualmente podría faltar, y tampoco es una realidad que se pueda limitar sólo al plano corporal. El varón y la mujer se complementan en su correspondiente y específica naturaleza corporal, psíquica y espiritual. Ambos poseen valiosas cualidades que les son propias, y cada uno es en su propio ámbito superior la otro. El hecho de que varón y mujer experimenten el mundo de forma diferente, solucionan tareas de manera distinta, sienten, planean y reaccionan de manera desigual lo que puede percibir y reconocer cualquier, sin necesidad de ninguna ciencia"[6].Debemos distinguir que la igualdad fundamental que se afirma no pretende postular un simple igualitarismo, sino que se refiere a los derechos de la persona y a su libre ejercicio, a la igualdad de valor o dignidad, no a la igualdad de cualidades de los comportamientos.



Si la desigualdad entre hombres y mujeres constituye aún hoy en muchos casos un grave problema humano y social deberíamos comenzar por plantearnos ¿si existen realmente todas las desigualdades que se denuncian por los movimiento feministas? y en caso afirmativo ¿cuál es el origen y las causas de estas faltas de igualdad?: ¿la diferencia biológica?, ¿la construcción social que se elabora a partir de ella?

El asunto prioritario está en la revisión y transformación de las relaciones interpersonales para hacerlas más humanas, y no tanto en la desaparición de los sexos que rompe la unidad de la persona -cuerpo y alma-. "... las culturas que ya no pueden encontrar su medida en una naturaleza que los trasciende, terminan reduciendo al hombre a un mero dato cultural. Cuando esto sucede, la humanidad corre nuevos riesgos de esclavitud y de manipulación"[7].






[1] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[2] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[3] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[4] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09
[5] Hoff Sommers, El feminismo que necestia nuestra época, Acepresna 12/09

[6] Burggraf J. (2001) ¿Qué quiere decir género? En torno a un nuevo modo de hablar. San José.  Promesa.
[7] Benedicto XVI, Caritas in Veritate.