Si bien es cierto que la convivencia puede ser difícil, mucho de esto se debe a que a veces hacemos o dejamos de hacer cosas que facilitan o entorpecen una convivencia agradable. Evitar fumar en zonas cerradas o públicas se convirtió en ley, precisamente por la falta de evidencia por parte de los fumadores, en quienes la costumbre y su falta de control, los ciegan a ver con claridad el daño y lo desagradable que resulta estar juntar a ellos.
¿Qué es lo que hay de evidente o natural en las normas de conducta social y por qué a veces es tan difícil de lograrlo?, ¿cómo podríamos evitar pasar un mal rato en el trato con los demás sin dejar de ser quienes realmente somos?
Los hábitos de una educación informal, es decir, proveniente de la familia, la cultura, el clima, las amistades, el ambiente social y económica que nos inculcan desde pequeños no siempre son tan claros ni evidentes como se espera o esperamos de los demás, lo cual no es poca cosa a la hora de solicitarlo o demostrarlo y así evitar posibles conflictos, frustraciones y confusiones.
En efecto, el arte está en ambas partes, tanto en el que lo pide como en el que lo solicita, e incluso reconocer a la “gente bien educada”, no es sino simplemente, la gente que tiene tacto para detectar las necesidades de los demás, como para sugerirlas con claridad y desenfado. La “gente bien” pocas veces tiene que ver con el estatus social o económico de las personas. Lo que se necesita en más de las ocasiones es seguir ya una norma moral que proponía Kant: “Actúa como si tu norma de conducta fuera elevada a una norma universal”, es decir, actúa como quisieras que te trataran.
La sencillez y sinceridad de pedir o sugerir una necesidad es el primer paso que necesitamos para sentirnos cómodos dentro del ambiente cotidiano ya sea en la familia o en el trabajo. A continuación mencionaré diez básicas que no debemos olvidar:
- · Saludar amablemente a los compañeros;
- · Evitar comer en las oficinas o sorber las bebidas con el popote;
- · Preguntar si alguien le molesta tener la ventana abierta o cerrada;
- · No hablar mucho o muy fuerte;
- · No preguntar demasiadas cosas o cosas de la vida íntima de los demás;
- · Evitar sonarse la nariz enfrente de la gente;
- · Comer con la boca cerrada no muy rápido ni muy despacio;
- · Evitar temas relacionados con la comida a la hora de la comida;
- · Procurar bañarse de preferencia diario e intentar vestir propiamente;
- · Llevar las propias bebidas o algún aperitivo a la fiesta.
Observo que todos tienen un destinatario y yo sé cual me toca (espero que sólo sea uno) Pero ¿Cuáles serían las normas de la "gente mal"?
ResponderEliminarMuy bien dicho. A mí lo que más me cuesta es saludar a la gente de la oficina (sobre todo, a la más naquita). Yo diría que la gente bien se baña diario (no unicamente "de preferencia").
ResponderEliminarLudi:
ResponderEliminarYo apoyo lo que apunta Javier. Dinos ahora cuáles serían las normas de la "gente mal".
¿Por qué tú eres mega mal?
ResponderEliminarLudi:
ResponderEliminarPodrías incluir un análisis de cómo el clima afecta a las personas en su trato con los demás.
Otro tema, es el de las hormonas, también cómo influye.
El tema de la anemia y el maltrato o no-trato a los demás.
El tema del rencor. Ya no buscar quién me la hace, sino quién me la paga.
Ojalá ahondaras en estos temas.
Eres tan analítica y son tan puntuales tus observaciones que eres como un libro.
Ludi ahonda en eso temas super bien. Debería seguir escribiendo
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