martes, 12 de junio de 2012
viernes, 4 de mayo de 2012
sábado, 1 de octubre de 2011
Ideas para prevenir el aborto
1. Iniciar una campaña inteligente para que los adolescentes eviten embarazos prematuros. Las campañas que hasta hoy hemos visto promocionan el uso del condón. Mensajes del tipo “póntelo, pónselo” o “ejerce tus derechos sexuales y reproductivos” sólo invita a entrar a un mundo de supuestos triunfadores que ejercitan su sexualidad donde la abstinencia es una suerte de aberración. Señores y señoras: no es lo mismo enunciar una campaña para adolescentes que no que no han empezado a ser sexualmente activos y a personas que se dedicaban al comercio del sexo. “Si la promoción del uso del condón (reducción de riesgo) no se lleva a cabo de forma cautelosa, en realidad, puede fomentar una falsa sensación de seguridad en los jóvenes, así como, paradójicamente, conducir a un aumento de las conductas de riesgo y su vulnerabilidad: por ejemplo, iniciación sexual a una edad temprana, mayor número de parejas sexuales. Este fenómeno se conoce como
2. Los jóvenes deciden tener relaciones sexuales porque creen que eso los hará el (la) más popular, porque todos lo hacen, porque es divertido o por que los hacen sentir más hombres o más mujeres. Las presiones vienen de todas partes… de los anuncios publicitarios, de los amigos, las películas, la televisión, las canciones y los libros. ¿Como contrarrestar ese poderoso mensaje? Simple: hay que mostrar lo que en verdad hace la promoción del uso del condón: Cada año, más de 1,000,000 de adolescentes quedan embarazadas; Las adolescentes son más propensas a problemas de salud durante el embarazo. Los bebés de madres adolescentes tienen mayor probabilidad de nacer con serios problemas de salud. Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) han alcanzado proporciones epidémicas. La abstinencia, o no tener relaciones sexuales, es el único medio 100% eficaz contra herpes, sífilis, gonorrea, clamidia y VIH/SIDA. Uno de cada cuatro adolescentes sexualmente activos se contagia de una de estas enfermedades. (De Irala ,2007).
3. Pensemos en la llamada violencia de género, el sexismo, la discriminación, el fracaso escolar, la falta de ejercicio, la comida basura, el problema de la bebida y de la conducción, del tabaco y de otro tipo de drogas. ¿Cambiarían estas conductas por una campaña de información? No podemos limitarnos a darles información y eslóganes; debemos ayudarles a interiorizar los buenos valores, así como a desarrollar las aptitudes, o las costumbres, que se corresponden con éstos. Y éste no es el trabajo de un programa concreto.
En ningún país africano se ha conseguido reducir la incidencia del VIH con programas basados exclusivamente en la promoción del condón, mientras que aquellos países que han integrado ‘A’ y ‘B’ en programas nacionales integrales han logrado reducir la incidencia del VIH[1]. El autodominio es imprescindible para tantas facetas de nuestras vidas: practicar un deporte, continuar una amistad, aprender una lengua extranjera o mantener una dieta equilibrada. (De Irala, 2007).
3. El deseo de tener relaciones sexuales es normal, no se debe culpabilizar el deseo. El deseo de que las primeras relaciones sexuales sean de calidad, dejen un buen recuerdo es prácticamente universal. Pregúntate a ti mismo: ¿No es mejor esperar y tener relaciones sexuales con mi pareja de toda la vida?
Una relación sin amor se banaliza por una ausencia de significado, deja de ser un lugar de encuentro entre personas si se limitan a la búsqueda mutua de placer, corre el riesgo de sentir desprecio por la otra persona utilizada como objeto acompañado de indiferencia, falta de respeto y hasta violencia. Una relación con amor pero sin compromiso puede: acelerar la relación, exigir una vida en común y se hace más difícil replantearse la relación; donde sólo lo único compartido es la sexualidad, se experimenta inseguridad por la ausencia del compromiso y bloqueo de la madurez. ¡Acéptalo! Las relaciones sexuales entre adolescentes son un riesgo para tu cuerpo, para tus emociones y para tu futuro. (De Irala, 2007).
3. ¿La cohabitación?
Las recomendaciones para quienes a pesar de todo quieren cohabitar son reveladoras: no se aprende a amar mejor con múltiples experiencias, es más bien un predictor de fracaso (aumenta en un 46%), cuanto más largo, se fija la costumbre/norma de “bajo nivel de compromiso” y esto dificulta el mantenimiento del compromiso del matrimonio, uno de los dos no es el padre biológico y aumenta el riesgo de problemas. Hace que el matrimonio sea menos frecuente, que sea menos exitoso si ocurre, acaban siendo más favorables al divorcio, menos entusiastas ante el matrimonio y la paternidad. La cohabitación seriada le hace a uno “tolerante” a la infelicidad y más fácilmente “tolerante” al cambio ante problemas que de otra manera se podrían solucionar. (De Irala, 2007).
4. “¿Qué Debo Saber Sobre Las Relaciones Entre Chicos Y Chicas?” Que son fantásticas…pero las buenas relaciones no se hacen de la noche a la mañana. Toman tiempo y el sexo no es lo que hace que una relación se desarrolle bien. Mantente alerta a frases como: "Si de veras significo algo para ti, tendrás relaciones sexuales conmigo". No es necesario tener relaciones sexuales para demostrarle a otra persona que te gusta o que la quieres. El sexo nunca debe usarse para devolverle un favor a otra persona… sólo basta con decir "gracias". Cuando se comparten buenos ratos, ideas, creencias, sentimientos y, sobre todo, cuando hay respeto mutuo, se fortalece la relación. Decir "NO" puede ser la mejor manera de decir "TE QUIERO".
5. "¿Dónde Puedo Encontrar La Información Que Necesito?” Si deseas más información o ayuda, habla con una persona que se preocupa por ti. Habla con tus padres, con un hermano o hermana mayor, con otros miembros de la familia, o con una persona adulta que te escuchará y te dará buenos consejos. Hay personas y organizaciones en tu comunidad dispuestos a ayudarte – el médico de familia, tu sacerdote, ministro o rabino, la enfermera o consejero escolar, o profesionales de la salud. (U.S. DEPARTMENT OF HEALTH & HUMAN SERVICES, 2003).
[1] Stoneburner RL, Green T, Hearst N, McIlhaney J., Evidence that Demands Action; Comparing Risk Avoidance and Risk Reduction Strategies for HIV Prevention. Patricia Thickstun KH, editor: The Medical Institute, 2004.
lunes, 25 de octubre de 2010
jueves, 21 de octubre de 2010
10 normas de la gente “bien”
Si bien es cierto que la convivencia puede ser difícil, mucho de esto se debe a que a veces hacemos o dejamos de hacer cosas que facilitan o entorpecen una convivencia agradable. Evitar fumar en zonas cerradas o públicas se convirtió en ley, precisamente por la falta de evidencia por parte de los fumadores, en quienes la costumbre y su falta de control, los ciegan a ver con claridad el daño y lo desagradable que resulta estar juntar a ellos.
¿Qué es lo que hay de evidente o natural en las normas de conducta social y por qué a veces es tan difícil de lograrlo?, ¿cómo podríamos evitar pasar un mal rato en el trato con los demás sin dejar de ser quienes realmente somos?
Los hábitos de una educación informal, es decir, proveniente de la familia, la cultura, el clima, las amistades, el ambiente social y económica que nos inculcan desde pequeños no siempre son tan claros ni evidentes como se espera o esperamos de los demás, lo cual no es poca cosa a la hora de solicitarlo o demostrarlo y así evitar posibles conflictos, frustraciones y confusiones.
En efecto, el arte está en ambas partes, tanto en el que lo pide como en el que lo solicita, e incluso reconocer a la “gente bien educada”, no es sino simplemente, la gente que tiene tacto para detectar las necesidades de los demás, como para sugerirlas con claridad y desenfado. La “gente bien” pocas veces tiene que ver con el estatus social o económico de las personas. Lo que se necesita en más de las ocasiones es seguir ya una norma moral que proponía Kant: “Actúa como si tu norma de conducta fuera elevada a una norma universal”, es decir, actúa como quisieras que te trataran.
La sencillez y sinceridad de pedir o sugerir una necesidad es el primer paso que necesitamos para sentirnos cómodos dentro del ambiente cotidiano ya sea en la familia o en el trabajo. A continuación mencionaré diez básicas que no debemos olvidar:
- · Saludar amablemente a los compañeros;
- · Evitar comer en las oficinas o sorber las bebidas con el popote;
- · Preguntar si alguien le molesta tener la ventana abierta o cerrada;
- · No hablar mucho o muy fuerte;
- · No preguntar demasiadas cosas o cosas de la vida íntima de los demás;
- · Evitar sonarse la nariz enfrente de la gente;
- · Comer con la boca cerrada no muy rápido ni muy despacio;
- · Evitar temas relacionados con la comida a la hora de la comida;
- · Procurar bañarse de preferencia diario e intentar vestir propiamente;
- · Llevar las propias bebidas o algún aperitivo a la fiesta.
miércoles, 28 de abril de 2010
¿Dios: invisible o visible?
La semana de pascua fui a vivir una experiencia con Jesús. Estuvo intensa pero la disfruté y me pregunté varias cosas: ¿por qué las personas nos afanamos en ser ateos?
Esta es una pregunta interesante, porque solemos justificar nuestro ateísmo porque Dios es invisible, lejano y difuso.
La cuestión de la invisibilidad puede explicarse como una cuestión de actitud. Si nosotros de entrada nos cerramos a la posibilidad de constatar la presencia de Dios, cerramos automáticamente nuestra mente, es algo así como elegir de antemano a tu enemigo.
El corazón debe estar dispuesto a prestar oídos sin prejuicios ni objeciones heredadas. Un corazón atento puede constatar con palabras claras y sencillas de lo que Dios nos pide. El silencio es el primer paso, encontrarse con uno mismo es el primero miedo que debemos perder, esta confianza nos lleva a experimentar con certeza un amor similiar al de nuestros padres.
El segundo paso es realizar una lectura pausada de la Sagrada Escritura. El canto de los salmos es una vivencia de una gran misericordia a los hombres. Aquí es donde se comprende el primer mandamiento: “Amarás a Dios sobre todas las cosas”. La cuestión radica en un agradecimiento sincero de sentirse correspondido ante este primer amor experimentado, inmerecido por nuestra pequeñez.
Una vez hecho el diálogo entre Dios y nosotros, constatamos que Dios no es tan lejano. La presencia real y viva de Jesús en la Eucaristía radica en que ese regalo de amor es tan grande y tan inmenso que el alma se llena de alegría y se deja cuativar poco a poco, como un enamoramiento que se siente físicamente… Continuará.