Cuando alguien compra un computador y contrata
un proveedor de servicios de Internet, habitualmente no hay nadie que le
indique el modo ético de usarlo; soporte técnico encontrará fácilmente, pero
rara vez recibirá apoyo para determinar si el uso que da a la herramienta es
correcto o no.
Hoy en día, nos enfrentamos con el riesgo
opuesto de ser abrumados por una incontrolada y muchas veces superflua y
exuberante información. “Este es un problema de aglutinación de información y
tiene que ver con el grado en que la información rescatada pueda o ser
manejada”. (Floridi, 1995, p. 270).
García F., anticipa las posibles
consecuencias fatales de esta proliferación de contenidos poco confiables o
claramente creados con intención de manipular a la sociedad: la radicalización
de las ideas o el escepticismo absoluto. La propuesta es el impulso de
instituciones culturales y gubernamentales impulsen estrategias para distinguir
entre información de calidad y basura informática.
a) Veracidad
García F. anticipa las posibles
consecuencias fatales de esta proliferación de contenidos poco confiables o
claramente creados con intención de manipular a la sociedad: la radicalización
de las ideas o el escepticismo absoluto. La propuesta es el impulso de
instituciones culturales así como universidades impulsen estrategias para
distinguir entre información de calidad y basura informática.
“A menos que las
instituciones provean de alguna forma o control de calidad, en poco tiempo
podríamos no ser capaces de distinguir entre un espacio intelectual de
conocimiento ético y un espacio contaminado de correos e información no
deseada. En el futuro los servicios intermediarios para filtrar los contenidos
y asegurar la fiabilidad de la información se convertirán en algo fundamental”
(Floridi, 1995, p. 270).
b) Legalidad
La aparente colisión entre el derecho a la
libertad de expresión y otro amplio abanico de derechos a respetar, entre los
que destaca como principal estandarte es el de la protección a los menores de
edad. (García F, 2007, p. 120). Fernando García
es claro al respecto: “Me detendré un uno de los contenidos nocivos, en
muchas ocasiones incluso ilegal, que tiene cabida en Internet y gracias a ella
su difusión a escala mundial se ha visto enormemente facilitada: pornografía.
(García, 2007, p. 98-99).
“El anonimato, la relativa
facilidad de acceso, la ausencia de regulaciones precisas y hasta la dificultad
de los buscadores automáticos para hacer distinciones semánticas entre temas
académicos y temas comerciales o de entretenimiento, entre otros, son elementos
que dificultan un control eficaz de los contenidos a los que puede acceder un
menor”. (Cfr. García, 2007, p. 98-99).
c) Confiabilidad
En los años 70 la información no era
verificable y pública. A las organizaciones ahora se les exige transparencia.
Cualquier organización o candidato debe tener la posibilidad de demostrar que
el número de sus simpatizantes es real y auditable.
“Simon Nora y Alain Minc,
en su informe al Presidente de Francia, explican que la tendencia hacia la
descentralización es un resultado natural de las nuevas tecnologías de
información. Con una creciente conectividad electrónica es más fácil
proporcionar información cuando se requiera. La razón original para la
centralización burocrática, señalan, era la necesidad de situar el poder de
tomar decisiones en aquellos ubicados en los cargos más altos, quienes podía
acumular y analizar el flujo de información en organizaciones cada vez más
grandes y complejas. Pero con la difusión del procesamiento de datos y la capacidad de acceder a las
bases de datos centrales instantáneamente, tales estructuras organizacionales
ya no son elección obvia (Nora y Minc 1980, p. 52).
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