(Basada en la obra de Jutta Burggraf)
Emily: ¡Qué escándalo! ¿Dónde quedó la familia de papá, mamá e hijos? En tiempos de mis abuelos todo era tan pero tan normal… ahora con tanto depravado: madres solteras con hijos bastardos, parejas viviendo “arrejuntados” y qué decir de las parejas del mismo sexo. ¡Definitivamente ya no hay valores!
Emily: ¡Qué escándalo! ¿Dónde quedó la familia de papá, mamá e hijos? En tiempos de mis abuelos todo era tan pero tan normal… ahora con tanto depravado: madres solteras con hijos bastardos, parejas viviendo “arrejuntados” y qué decir de las parejas del mismo sexo. ¡Definitivamente ya no hay valores!
Cristina: ¡Ya bájele por favor! La situación de hoy no es
tan original, no viva sólo en el pasado glorioso y el hoy lleno de calamidades.
Ya Platón (seis siglos antes de Cristo) concibió en la “Política” un estado
ideal en el que no debe haber nada privado. En él incluso las mujeres y los
niños tienen que ser “comunitarios”; también en algunos romanos se encuentra un
claro desprecio hacia la familia. Ya lo decía Ovidio: “Sólo un hombre
desmesuradamente tonto se siente herido cuando su esposa comete adulterio. Este
hombre no ha entendido lo que significan las buenas costumbres”; más adelante,
en el siglo XIX, para los filósofos románticos el matrimonio es para el amor;
en cuanto se acabe la chispa del erotismo el matrimonio deja de tener sentido.
En cambio para los socialistas y marxistas la mujer se casa para que tenga “su
casita y su manutención segura”. En este contexto se acepta que el hombre al
trabajar y ser proveedor podrá gozar de “libertades” para visitar de vez en
cuando a prostitutas; mientas la mujer debe ser sumisa y obediente por su
dependencia económica a su marido.
Emily: ¡Qué barbaridad! ¡Pero cuánta injusticia! Tener que soportar
toda la vida un hombre infiel sólo por no ser autosuficiencia y encima cuidar a
los chamacos…
Cristina: Así lo concibió en el siglo XX Simone de Beauvoir,
quien lucha abiertamente contra el matrimonio y la familia, porque los concibe
como una evidente imposición patriarcal y lamenta “la esclavitud que se impone
a la mujer con los hijos”. Las mujeres que la siguen perciben la
heterosexualidad como un dogma y consideran al embarazo como una atrocidad.
(Sulamith Firestone).
Emily: ¿Tanto así? ¿Qué tanto de esto es verdad?
Cristina: Pues mira, en Arabia Saudí de los lyélas consideran
a sus esposas como la más importante de sus herencias. Ellos dicen: “Te dejo mi
tierra y mis mujeres”; pero si ir más lejos hoy en día la mujer es presentada
en muchos carteles publicitarios, películas, revistas del corazón, en Internet
como un elemento decorativo o de exhibición sin mucho cerebro. Y si se dedica a
cuidar a sus hijos en casa no se le valora.
Emily: Es verdad, vivimos en un mundo donde mientras padre e
hijo varón ven la tele, la madre y la hija cocina; o si trabaja medio tiempo se
le exige y reclama que su casa no está reluciente como es debido… Definitivamente,
vivimos en una crisis…
Cristina: Crisis o reto. Depende cómo lo veas. Ida
Friederike dice “que desde hace tiempo el matrimonio se encuentra en una fase
de transición… de ser meramente una institución jurídica, social, económica y
moral hasta ser una decisión espiritual.
Emily: ¿Casarse o no casarse?: ésa es la cuestión...Con
tantos divorcios… uno realmente comienza dudar de esta institución.
Cristina: La respuesta dependerá cómo la vivas o percibas…. Efectivamente,
una institución corrupta nadie la aguanta……
No hay comentarios:
Publicar un comentario